FOTOGRAFIAS, COMENTARIOS Y LUGARES DE PESCA

SIEMPRE EN CAPTURA Y SUELTA

jueves, 24 de febrero de 2011

CHILE Parte primera.

CHILE

Cuando viajas a Chile en lo único que piensas es en pesca. Truchas, salmones, ríos y lagos, sobre todo si llevas años esperándolo.
Al llegar te das cuenta que la pesca repentinamente pasa a un segundo plano al presentarse delante de los ojos un paisaje brutal y un modo de vida totalmente diferente a lo que acostumbras.
Trataré de contaros mi viaje a esta preciosa tierra en varias entradas.

AYSEN

Chile está estructurada en 15 regiones (equivalentes a las Comunidades Autónomas de España) y mi destino es la XI Región llamada Región de Aysén cuya mayor localidad y lugar donde tendré el “campamento base” es Coyhaique, ciudad más poblada de toda la región.
La región de Aysén tiene una densidad de población de 0,8 habitantes por km2, inviernos duros con temperaturas mínimas de -22° C. y abundantes nevadas, máximas en verano de 30° C. y un clima muy ventoso y seco. Como sabréis, en el hemisferio sur el verano corresponde con los meses de enero y febrero y el invierno los de julio y agosto.
Otras curiosidades sabidas y que pude comprobar “in situ” es que el remolino que se forma al salir el agua por los sumideros gira en el sentido de las agujas del reloj o que las constelaciones son diferentes que en el hemisferio norte.

Después de 12 h. de vuelo Madrid-Santiago de Chile, el vuelo de 2,30 h. de Santiago a Balmaceda se presenta espectacular con un día soleado y la cordillera de los Andes, enorme, se deja fotografiar con la mala calidad de tener una ventanilla de avión delante.



El aeropuerto está en Balmaceda, pequeño pueblo de 500 habitantes y puerta de entrada internacional a la región. Allí nos espera Mauricio, guía que nos trasladará en su 4x4 por una de las pocas carreteras asfaltadas existentes, hasta su casa o lodge en Coyhaique a 57 km. de distancia.
El 90% de los vehículos particulares son todoterreno, pues el 90% de las carreteras son ripios (caminos de tierra) que sumado a las duras condiciones meteorológicas en invierno, no ha lugar a otra clase de coche. Algunos son Nissan de la guerra de las Malvinas….


COYHAIQUE

Coyhaique es la castellanización de los términos Koi, "laguna", áiken, "campamento” del idioma Tehuelche que utilizaban los indígenas que habitaban la zona.
Es una agradable pequeña ciudad de 50.000 habitantes con casas de dos alturas en su gran mayoría, que dispone de restaurantes, comercios, supermercados, gasolinera, hotel, una agencia de viajes un cibercafé… Lo justo para ser el centro neurálgico de la región.

Plaza Central de Coyhaique.

El lodge/casa de Mauricio está apartada de Coyhaique y aunque por fuera pueda parecer precaria, es bonito y acogedor con lo necesario para hacer confortable la estancia de un pescador. Aquí desayunaremos, cenaremos y dormiremos pues las comidas siempre serán a pie de río.
Llegamos a las 17,30h. hora local (cuatro horas menos que en España) ilusionados pero muy cansados, acabamos la tarde tomando una buena ducha, deshaciendo la maleta, preparando el equipo, tomando un refrigerio y charlando con el guía.







Coyhaique, situado en la falda de la montaña.


Comentar que en época de Pinochet y ante los posibles “cambios de frontera” por parte de Argentina en la Patagonia chilena, casi despoblada por aquel entonces, se colonizó toda la zona a base de donar 1.000 hectáreas por familia más otras 100 por hijo.
Esto viene a cuento de que todas las propiedades están valladas con alambre y madera y aunque los ríos y lagos son públicos, para acceder a ellos es casi obligado pasar por estas propiedades. Es por esto que sin un guía que conozca bien los accesos y a los propietarios (a los que normalmente se paga por entrar en sus tierras, bien con dinero bien con una botella de vino) es difícil poder pescar, sobre todo las buenas zonas.
Otra consecuencia de anteriores colonizaciones, fueron los incendios de los años 50/60 iniciados para ganar terreno para pasto y que llegaron a durar hasta 8 años. En muchos lugares se ven las consecuencias con cientos de enormes troncos tumbados y secos.



RIO ÑIREHUAO

Es día 06 de febrero y primer día de pesca. Madrugamos y después de un copioso desayuno, cargamos los equipos en el 4x4 y nos dirigimos al río Ñirehuao.
Ñirehuao (lugar del ñire), siendo el ñire uno de los árboles nativos de la zona, actualmente inexistente a causa de los incendios antes mencionados.
70km. de ripio a través de bellos valles y montañas durante 1,5h. hasta llegar al “Valle de la Luna” llamado así coloquialmente por su parecido con el paisaje lunar, por donde discurre el río, típico “spring creek” de unos 6 metros máximos de anchura en esta fecha y las zonas más profundas de no más de 1,5 m.

Valle de la Luna.

Alto Ñirehuao.


Este precioso río alberga una abundante población de trucha marrón de tamaño medio en su parte alta y grande en su parte media. Truchas preciosas, amarillentas de tomar el sol, peleonas hasta la saciedad (hasta 5 saltos fuera del agua) y lo mejor de todo es que se pescan a “seca” y digo “seca” porque las imitaciones estrella son  a base de Chernóbil  y grandes saltamontes.





Primero pescamos la parte alta. Uno fue río abajo, otro se quedó en las inmediaciones del coche y yo subí andando más o menos 1 km. y me dispuse a lanzar acompañado de un fuerte viento cogiendo al tercer lance mi primera captura del viaje.
Nunca cuento las truchas que pesco y aunque en las posteriores salidas lo hice bajo la presión de mis dos compañeros, en esta mañana calculo que llevaría a la mano unas 25 preciosas truchas con lo cual la vuelta al coche para comer fue con una sonrisa de oreja a oreja.

Mauricio asando rica carne chilena.




El medio Ñirehuao sigue teniendo la misma estructura que en su parte alta, algo más encajonado y profundo. Lo que sí cambia sustancialmente es el tamaño de sus truchas. Llevar a la mano estas capturas en un río situado muy lejos de la civilización, que parece un arroyo, con una imitación flotante y enorme y desde orilla me resultó una alucinante experiencia.







Al final de la jornada y como postre, el Valle de la Luna nos regala una puesta de sol especialmente bonita.
Nos queda la vuelta al lodge, vuelta que se hace corta con recordando de los detalles del día.