IMAGENES DE PESCA: CHILE: Cuarta Parte. Alto río Emperador Guillermo, Río Cáceres y Río Cisnes

jueves, 24 de marzo de 2011

CHILE: Cuarta Parte. Alto río Emperador Guillermo, Río Cáceres y Río Cisnes

ALTO EMPERADOR GUILLERMO, RIO CACERES Y RIO CISNES

Después del copioso desayuno a que nos tiene acostumbrados Rosana, preparamos todos los bártulos para pasar dos noches fuera del lodge, una en Villa Mañihuales y otra en tienda de campaña a orillas del río Cáceres.

Pescaremos de nuevo el río Emperador Guillermo en su parte alta, el río Cáceres y el alto río Cisnes. Estos dos últimos, en la zona de Tapera, están bastante alejados de Coyhaique como para ir y volver en el día.

Pescamos el alto Emperador Guillermo con un calor poco normal para estas latitudes (32ºc)con un caudal menor que en su parte baja y sus arco iris son algo más pequeñas, aunque tuvimos buenas capturas.

Pasada la jornada nos instalamos en el “hostal” de Villa Mañihuales. Es chocante encontrarse que en un pueblo de este pequeño tamaño, alejado, donde el supermercado parece una tienda de los chinos donde encuentras de todo, con unas cómodas habitaciones y un “restaurante” confortable y cuidado con “chef” de uniforme.

Al día siguiente tras darnos María, dueña del hostal, un desayuno casero y revisar los niveles del todoterreno, iniciamos camino a La Tapera, pequeña localidad colonizada a principio de los años 60 a orillas del río Cisnes.

Para llegar al río Cáceres, tuvimos que vadear con el coche el río Cisnes en una zona inferior al punto donde se unen, algo que parecía más sencillo de lo que fue, a causa de las rocas ubicadas en la orilla de llegada. Después de pagar el peaje al propietario de las tierras, el camino desaparece por lo que el conocimiento del lugar por parte del guía para llegar a la zona de pesca y acampada es imprescindible.

El río Cáceres es precioso. Aguas azules, martín pescador, truchas bravas y una puesta de sol inolvidable. Esa noche, incluso en tienda de campaña y con una ligera lluvia matinal, dormí de un tirón, a pesar de parecer lo contrario por el careto que tenía por la mañana.

Camino del río Cisnes tras volver a vadear el río, paramos en un humilde hostal de La Tapera a tomar un segundo desayuno, esta vez caliente. Buena gente y buen recibimiento a base de pan recién hecho, mantequilla y membrillo casero, queso y huevos de los de verdad y café recién hecho por Virma, señora de la casa.

Con todas las fuerzas renovadas empezamos la pesca en el alto Cisnes donde pasamos una jornada inolvidable con truchas predispuestas a morder el señuelo sin miramientos, sobre todo por la tarde y quizás debido al cambio de tiempo con ligera bajada de la temperatura y algo de lluvia. Del viento no hablo pues es omnipresente vayas donde vayas y haga el tiempo que haga.